lunes, 14 de abril de 2008

Trascendencia

Leía una frase célebre - de esas frases que te envían por suscripción - atribuida a Benjamín Franklin, la cual decía: "Si no quieres perderte en el olvido tan pronto como estés muerto y corrompido, escribe cosas dignas de leerse, o haz cosas dignas de escribirse", y me sonó bastante interesante para desmenuzar:

Olvido. Aquello del olvido es parte de las dudas y preguntas primigenias del ser humano: ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿esto es un sueño? etc. Todos los seres vivos tienen el instinto de la trascendencia, activo. En el caso de los animales, estos realizan diversas actividades, para que la casta de polillas, peces o leones, no deje de existir (esto también va muy ligado al equilibrio de la naturaleza), una de esas actividades es la procreación y la consecuente descendencia.
En el caso del hombre, el instinto marcó una pauta similar; sin embargo, la evolución del hombre como ser racional, el "libre pensar", las artes y los distintos eventos, hicieron que el ser humano vislumbre otro nivel de trascendencia.

Niveles de trascendencia. He encontrado diversos niveles (no tocaré los niveles filosóficos: objetiva, subjetiva, absoluta), y parto de los dos niveles que yo considero básicos: negativa y positiva. Y partiendo de ellos, cada uno abre un árbol de subniveles.
P.e. en mi caso, yo he trascendido, en mis hijos: ellos llevarán mi recuerdo, la educación que les de, mi legado de sangre, etc. Puede parecer una trascendencia muy básica, pero es el nivel que me conforta.
Alguno otro se puede solazar de haber trascendido al haberse hecho famoso con un cuadro que pintó. Es su nivel de trascendencia.
No generemos un debate sobre qué es negativo o positivo para cada sociedad; sin embargo, creo que también Saddam Hussein, George Bush y Adolf Hitler, consiguieron un nivel de trascendencia. Osea, no solo las cosas dignas de escribirse o leerse nos hacen trascender.

Puedo concluir con el postulado de que la trascendencia en sí, es otra de las maneras que el individuo encontró, más que para dar un paso en el túnel del tiempo; para saciar su egocentrismo. Miren a Benjamín Franklin, aconsejando a que uno sea recordado en la historia, como uno y no como sociedad. También es importante trascender como sociedad. Y para este punto, recomiendo dar una mirada a los niveles que propone la filosofía.

1 comentario:

Any dijo...

Alvaro cada día me sorprendes más ... Cómo has madurado .
Sólo espero que nuetsra forma de trascender sea la que Dios espera de nosotros y no seamos mezquinos en darnos en la vida...